Rayo de luz. Viniste desde antes.

Te sostuve en la mirada, 

hay millones de planetas
que se juntan cuando estamos.

Desde antes, yo te conozco desde antes. 

Dame una razón para que siga, 

hay un eclipse que 

nos va a dejar ciegos de tanto mirar. 

Esta puede ser la definitiva,
en el espejo de la soledad nada se ve normal.
Todas estas cosas son 

las que vienen y van, 

muere la ilusión, 

sangra la herida. No me cuentes más de 

causas perdidas.
Es que la idea de la libertad suena cada vez más.
Signo de los tiempos todo cambia 

pero igual siempre 

habrá un lugar dentro de mi alma.
Para cruzar, la línea que divide en 

dos la arena del amor, 

para seguir buscando hasta encontrar la cruz
que hay dentro de tu corazón.
Lágrima de sal, asi es la vida si 

tu misterio es más allá del mar. 

Nadie puede llegar.
Dame una razón que me decida a dar el paso que me va a 

llevar lejos, lejos de acá
todas estas cosas son las que vienen y van muere la ilusión sangra la herida.
Voy cruzar, la línea que divide en dos la arena del amor, voy seguir buscando hasta encontrar la cruz
que hay dentro de tu corazón.

Lo he encontrado.

Cuando a tu lado estoy, las horas se me deshacen en las manos.

Cuando a tu lado estoy, nada más importa.

Cuando a tu lado estoy, soy la persona más feliz y pura de esta tierra.

Te he encontrado, encontré a un hombre puro, sincero, noble y hermoso. Encontré aquel amor que tanto he buscado, al cual ya ni esperanzas le tenía. No puedo creer que te tenga acá, justo a mi lado, justo en mis brazos, justo en mi interior. Porque al tocarte y abrazarte siento que tu estas hecho exactamente a mi medida, porque al besarte me doy cuenta que tu eres el hombre que quiero para el resto de mi vida. 

No pretendo que seas perfecto porque yo tampoco lo soy, pero deseo crecer junto a ti, quiero formar una vida eterna, llena de amor y reflexión, contigo. JUNTOS, porque desde que te conocí sentí que no podría despegarme nunca más de tu lado y que desde entonces debíamos crear un mundo sólo tu y yo en PAZ.

SIEMPRE TUYO,

SIEMPRE MIO,

SIEMPRE NUESTRO.

No importa lo que dure. Creeme que no importa. Un minuto, un año un siglo. Pero mientras dure decime que es para siempre, que vamos a alcanzar la eternidad con las raíces de este amor que crece para adentro y desde adentro nos empuja al cristal de la risa, al silencio que late con corazón de pájaro, al chocar de planetas que es nuestros cuerpos juntos recreando el temblor, el universo, el canto.
Mirá, la piel que vos tocaste, la caricia quemando aún mi cintura ha florecido... Soy una primavera. Vos lo hiciste. Me tomaste la cara entre las manos y tu ternura fue como un viento tibio que barrió todas las hojas secas que poblaban mi otoño. Allí donde las piedras le cerraban la salida a mi soledad, vos hiciste una puerta y por la puerta se metió el sol y de mí nacen ahora las estrellas.
No importa lo que dure. De veras, no me importa.
Esto es tanto, tan mío, es tan nuestro, es tan herida y risa y cielo al mismo tiempo, que aunque un día te vayas, aunque un día me dejes, aunque lo tuyo se haga astillas de viento, en mi quedará el huerto..., el huerto..., las raíces de lo que en él sembraste..., el huerto empecinado en seguir floreciéndole a tu ausencia, a tu olvido, a tu adiós. Y nunca estaré sola, aunque me dejes sola, porque en mi vida recibí tan poco (y lo poco tan triste), que la dicha que vos me das ahora me alcanzará para seguir usándola hasta que de mí no quede nada.
No importa lo que dure. Pero decime que es para siempre.
Mientras dure decime que vamos a alcanzar la eternidad con este amor... y yo me sentiré pequeña, mientras tiembla mi carne con leves aleteos de mariposas nuevas...

Por este hombre.

Por este hombre de manos como nidos. Por este hombre de tranquilos gestos. Por este hombre de voz pausada y ojos comprensivos, conozco la felicidad, la paz, la suerte de haber llegado a un puerto sin tormentas, a una orilla de luz, a una permanente construcción, a un encuentro en el que nos reconocemos y nos necesitamos.

No quiero caminar el mismo camino, no quiero pisar las mismas baldosas, no quiero que todo se convierta en gris y monótono. No con vos, no ahora. Lo nuestro es diferente y quiero que siga siendo así.

Desandemos ese camino, desatemonos y creemos un camino nuevo, sin rutinas, sin peleas, con paz.



Contigo quiero crecer, conocerme, amar, andar, caminar.

Debo aceptar, no quiero imponerte nada. Pero me matas cada vez que lo haces.

Una gota resbala por el cuerpo, deja una huella celeste y un beso.

Tu cuerpo y el mio en una conexión pura, tu y yo como si fueramos una sola persona, tu y yo sin decir una sola palabra, porque en ese momento, cuando nuestras almas se unen, no hace falta decir nada. Ambos sabemos lo que esta pasando, los dos sentimos lo mismo, los dos nos sentimos en las nubes por un momento y me encantaría no volver a bajar de ahí nunca más.

Cuando contigo estoy nada importa, cuando contigo estoy me siento tranquila y amada.

Necesito decirlo. Decírtelo. Que lo sepas.

Que quede dicho fuerte y que la palabra rebote en las paredes y se caiga encima de tu cuerpo como le cae mi amor encima por las noches.

¿Uno puede enamorarse de repente?
¿Uno puede sentirse feliz, feliz, feliz de pronto, aunque haya arrastrado las piedras de la tristeza hasta un segundo antes?

¿PARA QUE?