El primer paso es cerrar viejas puertas, y entender aunque nos doliera el alma que a veces nos tocaba perder. No es fácil, cuando el amor de nuestra vida se nos escapa somos capaces de
insistir e insistir aunque se nos vaya el alma en eso. Porque así es el amor no se puede contener prolijamente ni tampoco guardarlo en un cajón en la sombra para que no nos duela. El amor se hace presente, nos guste o no. Y cuanto mas lo tratamos de esconder mas se escabulle para volver a salir.
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