Almas abarrotadas, tierras abandonadasel cielo se empequeñece, y el humo que mata crece
siempre habrá un rincón donde te salves.
Árboles de cemento que no los mueve el viento
pájaros de acero sin gracia cruzando el cielo
no podrán igualar el vuelo del ave.
Yo prefiero verte a vos, y sentir latir tu voz.
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