El tiempo pasa incluso aunque parezca imposible, incluso a pesar de que cada movimiento de la manecilla del reloj duela como el latido de la sangre al palpitar detrás de un cardenal. El tiempo transcurre de forma desigual, con saltos extraños y treguas insoportables, pero pasar, pasa.
Ya no te llamaré, ya no te hablaré, ya no te mostraré que muero cada segundo que no estas junto a mi, y vuelvo a nacer en cada palabra que dices.
Y me iré si eso es lo que deseas. Pero sabe que no estaré lejos...
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