Y aquí estoy, tratando de no escuchar lo que dice mi mente, tratando de esquivar mis pensamientos, tratando de simplemente vivir el presente. Pero cuan difícil se hace cuando sabes que el futuro te frustra, te atrapa, te ata, te atormenta y te aplasta. ¿Sé puede vivir así? ¿Sé puede mantener una relación sin crear castillos en el cielo? ¿Crees realmente que ésto nos hace bien? Parecería que vivimos en una mentira, en nuestra propia mentira, en una mentira que construimos, que avalamos y que aceptamos tan naturalmente.
¿Crees que ésto funcionaría así?
Parecería que no estuviéramos preparando para la muerte de alguien, sabiendo el tiempo que le queda al otro, sabiendo que hay que vivir los últimos días plenamente como si antes no hubiéramos vivimos. ¿Pero cuando esto suceda, cuando estemos lejos y separados? Me viene un gusto a soledad, a tristeza, angustia y dolor.
Esta situación hace que el futuro venga aún más rápido, puedo ver mi imagen, aquella imagen de esa persona que tanto detesto, aquella que da miedo con tan solo nombrarla. Y no la nombraré, no le daré el gusto.
¿Y vos que pensas, hablame no con la mente sino con tus sentimientos?
Me pregunto como se puede amar a una persona sabiendo que mañana tendrás que sacártela de la mente, como se puede seguir con algo que tiene un fin asegurado, como se puede vivir sin sueños a futuros. Estoy frenada, condicionada a no soñar, a no ilusionarme porque esta vez la realidad me ha ganado.